La tradición oral bakongo (nombre genérico de los emigrantes bantúes que se asentaron en el estuario del río Congo) cuenta en sus leyendas (nmutalambo) que, Nzambi (dios) creó el cielo, todos los astros, y también a la primera pareja humana, de la cual desciende la humanidad entera.
Nzambi interviene en la creación de cada individuo, dispone de la vida y de la muerte, y castiga a los que no cumplen sus leyes. Nzambi es omnipotente, está en todas partes, pero no tiene ninguna representación material, ni siquiera en imágenes. Nzambi no es objeto de culto, ni se le puede conmover con ruegos, arrepentimientos u ofrendas.
Cuenta la tradición bakongo que el hombre y la mujer fueron creados en el cielo y bajados a la tierra a través de un hilo de araña. También cuenta que Tuuka Zulu (el que vino del cielo) y enviado de Nzambi, visitaba la tierra cabalgando sobre un relámpago para curar a los enfermos y resucitar a los muertos. Tuuka Zulu se convirtió después en Mukulu o Nkulu, el ancestro de la humanidad, trajo semillas de todas las plantas y fue el origen de los diferentes usos y costumbres.