En diferentes artículos encontrareis las parábolas sobre los trabajos de los dieciséis apóstoles u olodus de Orunmila, tanto en el cielo como al bajar a la tierra. Publicamos los artículos, siguiendo el orden de los odus de Ifa, empezando por Eyiogbe y acabando por Ofun. Siguiendo ese orden continuamos con el segundo artículo que cuenta los trabajos del apóstol Ojuani meyi en la tierra.
Ojuani meyi prueba sus manos en la siembra
Ojuani meyi fue un agricultor próspero en comparación con su experiencia en el comercio y obtuvo una cosecha impresionante. En un año logró una cosecha de ñames prolífica y cuando los ñames estaban siendo almacenados en el granero tuvo una desavenencia con su madre. Cuando compartió el granero de ñames entre dos esposas y su madre, esta última se quejó de la parte del granero asignada a las esposas. El tenía dos esposas que, desconocido para él, eran brujas. Su madre frecuentemente lo había acusado de brindarle más atención a las esposas que a ella, quien lo había traído al mundo.
La división del granero volvió a encender los agravios de la madre. El empujó a su madre, quien rompió a llorar acusándolo de haberla golpeado. Ella se fue de la granja y lloró durante el viaje de regreso a la casa. Cuando ella llegó al pueblo se encontró con los ancianos quienes estaban celebrando una reunión en la casa de gobierno del pueblo. Ellos le preguntaron por qué estaba llorando y ella les explicó que su hijo la había golpeado en la granja por culpa de sus esposas. Entre los ancianos que se hallaban en la casa de gobierno se encontraban algunos de los enemigos más encarnizados de Ojuani meyi, los que también profesaban el culto de la brujería. Ellos previamente habían buscado en vano una culpa como excusa para condenarle en la asociación de los brujos. Normalmente las reglas de la asociación eran que a ninguna victima se le castigara sin el beneficio de un juicio y una convicción. De hecho es conocido que independientemente que los brujos puedan odiar a una persona, ellos no pueden atacar hasta que la misma haya sido juzgada culpable, mientras que la persona no sea juzgada y condenada, ellos no pueden tocarla.
En este caso, su propia madre había proporcionado un caso establecido sobre pruebas evidentes. El no sabía que desde hacia mucho tiempo sus dos esposas se habían unido a sus enemigos en la asociación de los brujos para destruirlo, pero el no les había proporcionado justificación alguna para que lo hicieran. Después de la queja pública planteada en su contra por su madre, lo cual explica por qué es importante que la gente resista la tentación de ventilar sus problemas domésticos en publico por miedo a que un oyente mal pensado pueda amplificarlo en el mundo de los brujos, el problema se planteó en la siguiente reunión de los brujos.
Durante las declaraciones sus dos esposas corroboraron el alegato de su madre y fue juzgado y condenado. No obstante, como el no era brujo, fue condenado a que se le matara esa noche. Sin embargo su Ifa en un sueño le proporcionó un cuadro de su juicio y condena. Automáticamente por el sueño le pregunto a Ifa a la mañana siguiente si esto era señal de que se acercaba un peligro y así le fue confirmado. Se le dijo que diera un macho cabrio a Eshu de inmediato y que evitara ir a la granja en el día de descanso hasta nuevo aviso para evitar ser victima de una conspiración. El hizo el sacrificio. Mientras tanto una de sus esposas propuso que ellos debían ir a la granja el siguiente día de descanso porque no había alimentos en la casa. Ese era el día que el proponía para hacer el sacrificio. Cuando la estratagema fracasó, inmediatamente sus enemigos recurrieron a otra: le invitaron y le manifestaron que ya que como el iba con frecuencia al bosque a recolectar hojas para su práctica de Ifa, debía ser iniciado en el culto de Oro. Inmediatamente el recurrió a Ifa en busca de consejo y se le dijo que diera otro macho cabrio a Eshu quien haría fracasar el maligno plan concebido en su contra.
El realizó el sacrificio y le dijo a los ancianos del pueblo que estaba listo para la ceremonia de iniciación en el culto de Oro. El día señalado el sacerdote jefe del culto le condujo en una procesión nocturna desde el pueblo hasta el santuario del bosque en medio de un toque de queda local. Tan pronto como salieron de los límites del pueblo, le ordenaron detenerse y le fue retirada la venda de los ojos, se le dijo que extendiera sus manos para tocar el cielo y Ojuani meyi replicó que las manos de un niño no podían estirarse hasta tocar el cielo. A continuación se le dijo que cerrara el puño y lo introdujera en la boca de un güiro; nuevamente el replicó manifestando que el puño de un adulto no podía entrar en la boca de un güiro. Se le dijo entonces que cualquier neófito del culto que no pudiera llevar a cabo estas acciones no podía regresar con vida. Inmediatamente fue empujado hacia delante, aparentemente para ser sacrificado al santuario. Mientras tanto Eshu había considerado intervenir colocando un obstáculo invisible en el suelo contra el cual Ojuani meyi tocó su pies lesionados y desapareció haciéndose invisible. Milagrosamente se hallo de nuevo en su hogar.
Mientras se reponía de las heridas sufridas, los hombres del santuario lo habían rastreado hasta su cama donde encontraron a su madre y le preguntaron por su paradero. Ella les dijo que él estaba indispuesto. Entonces la empujaron y le ordenaron que entregara a su hijo porque ella había sido quien había precipitado el castigo contra él al quejarse en la casa de gobierno de que él la había golpeado en la granja. Ellos le dijeron que como resultado de su acusación su hijo había sido condenado a una ejecución ritual.
Entonces ella se arrodilló para rogarles que no lo ejecutaran porque ya ella lo había perdonado. A la luz de su apasionado ruego ellos le dijeron que hiciera que su hijo entregara un chivo para ser sacrificado en la casa de gobierno en una comida para los ancianos del pueblo. Después de la fiesta ellos aún insistían en que Ojuani meyi debía ser iniciado con prosperidad en el culto del bosque ya que el había visto parte de los secretos del santuario. Posteriormente la ceremonia fue completa sin ningún incidente y ellos le dieron una pluma de cotorra para que la luciera de vez en cuando como distintivo de su membresía.
Le revelaron que sus dos esposas eran las delincuentes que integraron el culto de brujos contra él, aunque el catalizador había sido la queja de su madre. Sin embargo había sido ella igualmente quien había rogado por su vida. Entonces los brujos tomaron a una de sus esposas en su lugar y posteriormente la mujer murió mientras dormía. Al cabo de un tiempo el se deshizo de su segunda esposa.
Cuando este oddun sale durante la ceremonia de iniciación de Ifa a la persona se le aconseja no maltratar a su madre y cuidarse de sus dos primeras esposas, si es casado o de sus dos primeros matrimonios porque las mujeres pudieran ser brujas. Se le debe aconsejar igualmente no permitir que se inicie en ningún culto secreto a menos que realice el sacrificio requerido.
Ojuani meyi toma una nueva esposa
Dos awoses realizaron adivinación para la princesa de Ado cuando ella iba a iniciarse en el comercio. Se le dijo que ella era la esposa de Orunmila, quien la ayudaría a triunfar en el negocio. En ese intervalo, Ojuani meyi visitó el palacio. El se sintió atraído hacia la princesa y le pidió al Ewi de Ado (el padre de la princesa) que se la diera en matrimonio. El Oba respondió que no ponía objeción si su hija accedía a casarse con el. El Oba ofreció dejarle a Ojuani meyi un titulo de jefatura si lograba que el negocio de su hija prosperara. Ojuani meyi prometió ayudar a la muchacha, pero declinó sin embargo la oferta de un titulo.
En este punto, el Ewi invitó a su hija para comunicarle la propuesta matrimonial de Ojuani meyi. Cuando se le pregunto a la princesa si ella estaba de acuerdo en casarse con Ojuani meyi, ella rápidamente confirmó que estaba interesada en el y aceptaría ser su esposa. Había muchos otros admiradores en el pueblo que tenían puestos sus ojos en la princesa. Tan pronto como supieron la noticia de que el Oba había dado a su hija en matrimonio a Ojuani meyi ellos reaccionaron tomando la decisión de dejar de rendir homenaje y respeto al Oba. Al llegar a su hogar, Ojuani meyi preguntó a Ifa que tenía que hacer para que la princesa triunfara en su empresa comercial. Orunmila le aconsejó que hiciera sacrificio con 16 palomas, 16 patos, 16 gallinas de guinea, 16 sacos de dinero, 16 piezas de tela, 16 porciones de jabón y un macho cabrio para Eshu. Ojuani meyi comenzó el sacrificio dándole un macho cabrio a Eshu, recolectó las hojas apropiadas en el monte y utilizó cuatro de las cosas prescritas en el sacrificio para preparar una jabonera, dejó las 12 palomas restantes para ser criadas en la casa. El jabón lo entregó a la princesa para ser utilizado en el baño.
Al siguiente día, antes de que llegara al mercado, Eshu había reunido todos los artículos de comercio valiosos en una casilla del mercado central. Eshu también realizó un recorrido con una campana en la mano anunciando por todo el mercado que la princesa de Ado tenia articulo bellos y duraderos para la venta. Con esta propaganda ella vendió toda la mercancía con una ganancia superior a la normal y aquellos que no alcanzaron a comprarle algo le rogaron que volviera con más mercancía el próximo día de mercado. Fue así como su negocio floreció hasta que ella se hizo más rica que su propio padre. Ella fue una amante esposa para Ojuani meyi y ambos tuvieron muchos hijos.
Ojuani meyi da jaque mate a las maquinaciones de sus enemigos
Ojuani meyi pronto comenzó a preguntarse si existía una justificación para todos los problemas que le ocasionaban sus enemigos. Por ello, decidió ir por adivinación sobre qué hacer acerca de esto. Entonces fue a ver a un sacerdote de Ifá, para averiguar como atar las manos de sus enemigos. Se le aconsejó realizar sacrificios con tres ratas, tres pescados, un chivo, un macho cabrio, 10 caracoles y carne de vaca. El debía utilizar los huesos de la quijada y la lengua de la vaca, agregándole las hojas pertinentes para preparar un ashe con el objetivo de que el mugido de la vaca no convocara a una conferencia de seres humanos.
Este es el ashe con el cual Ojuani meyi neutralizó a los malvados planes de sus enemigos y es uno de los preparados importantes para los hijos de Ojuani meyi.
Ojuani meyi en el umbral de la prosperidad
Entre los awoses que lo visitaron durante la comida que acompañó el sacrificio de la vaca estaba un poderoso sacerdote. Cuando terminó la comida, fue este awo quien partió la ultima nuez y le dijo a Ojuani meyi que iba a caer un fuerte aguacero que le traería riquezas del cielo porque su prosperidad aún estaba afuera.
Se le recomendó realizar otro sacrificio con un cerdo, una paloma, 8 huevos, dos gallinas y un gallo. Una vez mas el efectúo el sacrificio durante la noche.
Un mes después de haber hecho el sacrificio, cayó un aguacero muy fuerte. Después de esto, el embarazo de su esposa, que no se había desarrollado en varios meses, maduró súbitamente y ella dio a luz al poco tiempo. La lluvia cayó durante toda la noche y en la mañana siguiente tres personas vinieron a visitarlo cuando aún llovía. Los visitantes dijeron tener hambre, el le dijo a su esposa que les preparara ñame machacado. Durante la tarde, Ojuani meyi salió a visitar a sus amigos, pero antes de que regresara a su casa uno de los tres visitantes murió; al día siguiente el otro de ellos murió igualmente y el tercero lo hizo al cuarto día. Ojuani meyi enterró a cada uno de ellos. Sin embargo, los visitantes habían venido a casa de Ojuani meyi cargados de tesoros, los que quedaron en la casa después de sus muertes. Uno de ellos tenia una maleta de cuentas, el segundo tenia un cargamento de rosas, mientras que el tercero tenia una maleta llena de dinero.
Se había conocido que los visitantes habían estado bajo la lluvia durante cinco días, durante los cuales nadie había estado dispuesto a ayudarlos y a brindarles abrigo. Después de la muerte de ellos, Ojuani meyi invitó al awo que había hecho la adivinación para el, para que realizara otra y así conocer el significado de esas muertes. En cuanto el awo comenzó el proceso de adivinación mencionó los tres bultos que existían en casa de Ojuani meyi hecho este que Ojuani meyi desconocía. Fue así que Ojuani meyi conoció que en su casa existían tres bultos, comenzando inmediatamente la búsqueda de estos por toda la casa, encontrándolos en el cuarto que habitaron los visitantes. Entonces Ojuani meyi le dio las gracias al awo que había realizado la adivinación para él y le dio una parte de los regalos en medio del regocijo general. Fue así como la prosperidad llego a él.
Ojuani meyi se hace famoso a través de su hijo
Ojuani meyi sentía un particular desagrado por la institución de la jefatura y en varias ocasiones el había rechazado firmemente ofertas de títulos de mando. Como el otorgamiento de títulos era la suprema señal de prosperidad en ese tiempo, el era relativamente desconocido desde el punto de vista social. No obstante, su matrimonio con una princesa lo había situado en el umbral del descubrimiento social. Mientras tanto, un sacerdote ambulante de Ifa hizo una visita de rutina a la casa de Ojuani meyi. Como era la tradición, el visitante tenia que hacer adivinación para él. El visitante le dijo a Ojuani meyi que su hijo se iba a convertir en el Oluo de Osu, le dijo que evitara volverse temperamental y que procurara que la fortuna de su hijo no le perjudicara. Se le aconsejó que hiciera sacrificio con dos perros, tres machos cabrios, tres chivos, tres cerdos, ocho ratas, ocho pescados y ocho caracoles. El hizo el sacrificio y finalmente el hijo se convirtió en el Oluo de Osu.
Ojuani meyi viajó a Osu. Mientras, el Oluo de Osu había hecho adivinación para saber que hacer para prosperar hasta el final de su vida. Se le dijo que hiciera el sacrificio a la cabeza de su madre con un chivo y un cerdo para que esta no fuera a trastornar su prosperidad. El obtuvo el chivo, pero no consiguió el cerdo. La madre tomo el chivo, pero no sirvió para la cabeza. Al día siguiente ella llevo el chivo al mercado, lo vendió y guardo el dinero. Con posterioridad el Oluo consiguió un cerdo, rápidamente se lo llevo a su madre para servir su cabeza, pero ella le replicó que nadie servia la cabeza a la luz del día sino por la noche. Después de esto, el Oluo regresó a su palacio con la esperanza de que su madre serviría su cabeza con el cerdo durante la noche. Una vez más la madre tampoco sirvió su cabeza con el cerdo; en su lugar ella utilizó un perro que había sacrificado para utilizarlo en la preparación de una comida para su esposo. Ella le sirvió la comida a su esposo por la noche, cuando resultaba difícil reconocer la carne de perro. Cuando su esposo se sentó para comer, la esposa del hijo le dijo que no lo hiciera porque ella sentía el olor a perro en la comida. Recordando la advertencia que había recibido de no perder la cabeza ante la provocación, el ignoró la acción de la esposa, preguntándose cuales serian sus intenciones. A la mañana siguiente, su esposa (la madre del Oluo), le pidió que vaciara la vasija en la que hacia sus necesidades durante la noche. El se negó a hacerlo alegando que aunque lo había hecho con placer cuando eran recién casados, no pensaba que esto procedía ahora que ya eran viejos. La acusó entonces de provocarlo la noche anterior alegando que lo estaba obligando a comer carne de perro, lo que hubiera hecho de no haber sido por la vigilancia de su nuera. Su mujer le replicó llamándolo hijo de perra. Esto lo disgustó hasta tal punto que no tuvo tranquilidad de espíritu para llevar a cabo lo que había venido a hacer por su hijo.
No obstante, le pidió a su hijo que trajera su instrumento de adivinación (ikin) y como resultado le pudo decir a este que el debía servir su cabeza (la de su padre) con un elefante, un búfalo y un tigre. Rápidamente el ordenó a todos los cazadores de Osu que fueran al bosque a buscar estos animales. Antes del mediodía, ellos regresaron con las crías de los tres animales. Ojuani meyi extrajo un poco de sangre de la piel de los tres animales jóvenes y los liberó para que regresaran al bosque. Con la sangre así obtenida por Ojuani meyi él preparo una medicina para que su hijo marcara su cuerpo. Al llegar a Osu el había observado que su hijo, el Oluwo, no se había postrado para saludarlo, como demandaba la tradición. No obstante, hizo por su hijo lo que tenia que hacer, a pesar de la vergüenza sufrida a causa de la madre y el hijo.
Mientras realizaba los preparativos para regresar a la casa, Ojuani meyi sacó su instrumento divino de autoridad y proclamó que a partir de ese momento los ciudadanos puros de Osu siempre prosperarían pero su prosperidad solo llegaría al atardecer de sus vidas luego de haber recibido de sus mujeres e hijos la clase de tratamiento que el había recibido en Osu.
Se cree que como resultado de esta maldición pronunciada por Ojuani meyi, los hijos e hijas ricos de Osu pudieran tener dificultad para vivir hasta una edad avanzada si no realizaban el sacrificio especial de Ifa para revocar la maldición.
Se cree igualmente que esta maldición es la responsable del hecho de que el Alake de Abaokuta, que era el hijo de la hija del Oluwo se haya convertido desde entonces en más influyente que el Oluwo de Osu. Fue la corona del Oluwo la que posteriormente fue entregada al Alake de Abaokuta, lo cual explica porque se dice que el Oluwo no tenia corona.
El ultimo trabajo importante de Ojuani meyi: el salvamento de la esposa favorita de Olofin de las malignas maquinaciones de sus compañeras
El rey de Ife tenia muchas esposas, pero una de ellas era la dueña de su corazón. Naturalmente esto provocó la envidia y el odio de sus compañeras. Ellas lograron hacerla infecunda utilizando para ello medios diabólicos. Fue a causa de esto que el rey invitó a Ojuani meyi a que viniera a su palacio en Ife para que ayudara a su esposa favorita, Eninikpola, a tener un hijo.
Tan pronto Ojuani meyi llego a Ife realizó la adivinación, aconsejándole a Eninikpola que hiciera sacrificio a Oggun con un perro y un gallo y con un macho cabrio a Eshu. Se le dijo que no permitiera a nadie ver los animales antes de realizar el sacrificio.
Con la excitación del sacrificio, ella olvidó la condición de secreto asociada a esta. Luego de comprar los animales del sacrificio, ella los mantuvo en el patio abierto del palacio. Mientras tanto, el tigre del rey había desaparecido y no se podía hallar. El rey dicto una proclama para que el tigre fuera devuelto vivo al palacio. Fue en este punto que ella hizo el sacrificio.
Debían dejarse en el santuario de la divinidad servida. Después de ofrecer los sacrificios a Oggun y Eshu, las cabezas del macho cabrio, el perro y el gallo, se quedaron en los dos santuarios. Todo esto se hizo con pleno conocimiento como era la tradición, la cabeza de los animales sacrificados por parte de sus compañeras.
Esa misma noche, sus compañeras lograron apoderarse de una cabeza de un tigre recién sacrificado y la depositaron en el santuario de Oggun, preparando así el terreno para acusar a Eninikpola de utilizar el tigre del rey para el sacrificio ritual. A la mañana siguiente, después de ver la cabeza del tigre en el santuario, ellas fueron a informar al rey que alguien había utilizado el tigre perdido para hacer sacrificio. El rey hizo indagaciones acerca de todas las mujeres del harén y todas las acusaciones apuntaban hacia su esposa favorita. Entonces él la llamo a su presencia para ser interrogada, acusándola de matar al tigre y advirtiéndole que el castigo era la muerte. Rápidamente ella fue encadenada.
Mientras tanto, Eshu se había transfigurado en un bienhechor que retiró la cabeza del tigre del santuario, sustituyéndola por la del perro. Durante el juicio que siguió, Eshu influyó sobre uno de los consejeros de Olofin para que le propusiera al rey que antes de condenar a la mujer debería verificar su culpa y mostrar la cabeza del tigre. El rey estuvo de acuerdo con lo plausible de la sugerencia y designó a dos personas para que fueran al santuario de Oggun y regresaran con cualquier cosa que allí vieran. Ellos trajeron las cabezas cortadas del perro y el gallo.
En vista de que lo que trajeron no se correspondía con las acusaciones, Eninikpola confirmó que esas eran las cabezas del perro y el gallo con las cuales ella había hecho sacrificio a Oggun. Cuando se le preguntó por el propósito del sacrificio, ella explicó que lo había hecho para poder tener un hijo. De inmediato fue desencadenada, se realizó una investigación para descubrir el origen del alegato de la cabeza del tigre y a la mujer que fraguó la conspiración se la ejecutó de modo sumario. Al final de ese mes, Eninikpola quedó embarazada y posteriormente tuvo un varón. Se regocijó y dio las gracias a Ojuani meyi por solucionar su problema.
Se hace adivinación para dos esposas de un mismo hombre
Akiroboto tenia dos esposas que tuvieron una disputa. Pocos días después del incidente, el hijo de la esposa más joven (Iyawo) se enfermó. Como el hijo estaba a punto de morir, ellas fueron por adivinación de Ojuani meyi quien le pidió a un awo que estaba de visita que adivinara para ellas.
El le pidió a la esposa más vieja (Iyaele) que narrara la forma en la cual ella en su viaje hacia el mercado, le había contado a una amiga la disputa con su compañera. Rápidamente, ella recordó que un día de mercado, después de un malentendido con Iyawo, ella decidió ir al mercado con una amiga. Después de contarle a su amiga la forma en que iyawo la había ofendido, la amiga le aconsejó que perdonara a la joven mujer porque aún era demasiado inexperta para comprender el alcance de sus acciones. El awo le dijo que las brujas estaban celebrando una reunión sobre un árbol de iroko a la orilla del camino hacia el mercado en el momento en que ella le estaba narrando esta historia a su amiga. Fue antes de que ella llegara a la casa de regreso del mercado que el hijo de su compañera se enfermó porque las brujas habían intervenido en el asunto.
El awo le dijo que hiciera sacrificio a la noche con un conejo que debía ser sacado del pie del árbol iroko en el camino hacia el mercado. Les aconsejó que fueran al pie del iroko donde hallarían un pequeño montículo el cual tenia un conejo en un hoyo. Les aconsejó que cavaran en busca del conejo, que lo mataran y que lo utilizaran para el sacrificio. Ellas hicieron como el awo les dijo y mataron al conejo y lo utilizaron para el sacrificio. Poco después, el niño enfermo, se curó.
Cuando este oddun sale en adivinación a una mujer, se le debe aconsejar que se abstenga de narrar sus disputas domésticas especialmente con su compañera, en el viaje hacia el mercado. Si le sale a un niño enfermo, esta claro que la enfermedad estuvo causada por una disputa de su madre con su compañera. Se le debe aconsejar que hagan sacrificio con un conejo a los viejos en la noche.