Una vez que los orishas guerreros están en la casa y se ha realizado el ebbo de entrada, se coloca a Eleggua, Oggun y Oshosi detrás de la puerta principal, ya sea en el suelo o en un armario pequeño con puertas.
Osun debe estar en un lugar más alto que la cabeza del dueño aunque algunas familias religiosas colocan a Osun en el suelo en vez de en un lugar elevado, pero siempre al lado de los otros guerreros. Es necesario vigilar que Osun no se caiga. Cuando eso ocurre, está avisando de dificultades para la persona y es aconsejable acudir a consultar a su babalawo (el padrino religioso) lo más rápidamente posible.
Cuando nos dirigimos a Eleggua para hablarle, podemos hacerlo sentados, de pie o agachados pero nunca de rodillas ya que ésta es la posición en la que se recibe.
A Eleggua se le puede sacar de paseo e incluso llevarlo al trabajo o a alguna reunión importante, teniendo cuidado de no darle la mano a nadie mientras estemos de paseo con él.
Cuando se atiende a los guerreros y se les hacen ofrendas, siempre hay que empezar por Eleggua ya que él siempre es el primero. Hay que evitar tener deudas pendientes con él para que no nos cierre los caminos y no nos traiga calamidades de todo tipo.
A los guerreros no se les pide nada malo contra los enemigos, solamente se les dan las quejas escribiendo el nombre de los enemigos en un papel que se pone debajo de ellos al tiempo que se les pide que se encarguen del asunto.
Si tenemos algún problema de justicia, podemos sacar a Oshosi del caldero en el que esta con Oggun, hacer la obra correspondiente y una vez que se ha resuelto el problema, volvemos a poner a Oshosi en el caldero.