Por definición, se denominan oshas a la divinidades que se ponen en la cabeza durante la ceremonia de iniciación y orishas a las que se ponen sobre las manos o sobre el hombro.
El panteón de Osha-Ifa está compuesto por divinidades que tienen un papel importante en el equilibrio y la armonía de cada persona. Estas divinidades representan diferentes áreas de la naturaleza que reúnen una serie de características y de fuerzas místicas. Así cada área está representada por un orisha o un osha.
Cada persona tiene vibraciones que están en relación con alguna de esas áreas y dependiendo de cual sea, tendrá asociadas unas características que corresponderán a un orisha o un osha determinado. Así por ejemplo, si una persona reúne las características materiales y espirituales específicas que se asocian al área de la naturaleza que rige Yemaya, en el momento de su iniciación se le acerca un ancestro que en vida estaba iniciado y cuyo ángel de la guarda era Yemaya.
Estas deidades se asemejan mucho a los hombres, tanto en sus virtudes como en sus defectos y es por ello que son capaces de acoger a los creyentes como a sus propios hijos y se comunican con ellos a través de los diferentes oráculos (obi, diloggun e Ifa).
Aunque los orishas y oshas no tienen un orden jerárquico definido, el ángel de la guarda de la persona es el orisha o el osha (dependiendo de quien sea) más importante y el que en una determinada situación la defiende y la ayuda a resolver un problema concreto. El osha Eleggua también juega un papel importante en la vida de la persona, ya que durante la iniciación de Yoko Osha, la letra que trae Eleggua es el comienzo del signo rector de la vida del iniciado (la segunda parte del signo, es la letra que trae el ángel de la guarda), de ahí la importancia de Eleggua en el equilibrio de cada individuo.
Aunque no hay un orden jerárquico definido, todas las personas iniciadas deben haber recibido antes a los orishas Oddé, también conocidos como orishas guerreros y que son: Eleggua, Oggun, Oshosi y Osun. Independientemente del ángel de la guarda de cada persona, todos los iniciados reciben: Obatala, Shango, Yemaya, Oshun y Oya a los que también se les conoce como oshas de cabecera. Además, dependiendo de cual sea el ángel de la guarda de la persona, se deben recibir un conjunto específico de oshas y orishas.
Los otros oshas y orishas que pueden recibirse son entre otros: Aggayu, Inle, Olokun, Obba, Yewa, Oduduwa, Orishaoko, Osain, Iroko, Nana Buruku, los cuales pueden ser ángel de la guarda de la persona y en cuya consagración se siguen rituales especiales. Hay otros orishas que se reciben pero que no son ángel de la guarda como: Eshu, Ogué, Ibeyis, Oké, Añá, Orun, Orí, Orula y Abita.
Un caso especial es el del orisha Ikú que no debe confundirse con eggun, que es el representante de los ancestros difuntos. Ni Ikú ni eggun, pueden ser ángel de la guarda ni tampoco se reciben como objetos de culto.
Los ritos que hacen referencia a Olorun, Oloddumare y Olofin están restringidos a los máximos sacerdotes de Osha-Ifa, es decir, los Awo ni Orunmila llamados « olofistas ». En el caso de Olorun reciben un atributo llamado Igba Olorun y en el caso de Olofin, Igba Olofin. En cualquier caso, Olorun, Oloddumare y Olofin no son oshas ni orishas y cuando se habla de ellos debe hacerse con el máximo respeto.