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El trance en la religión yoruba

peuple yoruba El trance es un estado de conciencia pasajero y transitorio. El individuo en trance está inmerso en una especie de extravío en el que sus facultades están acrecentadas, va más allá de sus propios límites y se libera de si mismo. El trance, en la mayoría de los casos, se desencadena a través de la música y se mantiene a través del ritmo. Existen diferentes tipos de trance dependiendo del tipo de posesión.

El trance del chamán es un viaje voluntario en busca de los espíritus en el que el actúa como intermediario. En la posesión, la comunicación entre lo visible y lo invisible se opera en el otro sentido: es el espíritu quien visita a los hombres y el trance es involuntario.

En los cultos africanos, el trance está considerado como un fenómeno ordinario, como una manifestación de la presencia de los dioses en la que el dios se convierte en un personaje vivo con el que se puede establecer una comunicación.

La posesión a través del trance es una parte importante de la religión yoruba. Durante un bembé o fiesta con tambores dedicados a los orishas, uno de ellos puede llegar a participar y entrar en el cuerpo de una de las personas que ha sido iniciada en este orisha. Se dice que esta persona esta siendo “montada” por el orisha o que el orisha “ha bajado” del cielo para estar entre nosotros. A la persona que lo recibe se le llama «caballo».

Las canciones, los ritmos y los bailes son una manera de pedir a los orishas que bajen para bendecir a las participantes de la fiesta con sus consejos o con su simple presencia. Cuando un orisha decide utilizar el cuerpo de una persona para manifestarse, es un gran acontecimiento y un gran momento de alegría entre los presentes.

Normalmente los orishas no montan a los “aleyos” o personas que no han sido iniciadas en la religión y si llega el caso, puede querer decir que esta persona debería ser iniciada como sacerdote o sacerdotisa. Todo este proceso no se impone a las personas, ni se trata de algo demoniaco como se acostumbra a ver en el cine o en la televisión. Si alguien no está preparado, se le pide al orisha que se aleje hasta que la persona este preparada.

Todos los que han sido tocados o “montados” explican que han experimentado un profundo sentimiento de alegría y de sabiduría interior que acompaña la presencia de estos seres espirituales conocidos como orishas.