En vísperas del 4 de diciembre, día de Shango, les deseo a todos los lectores y visitantes, que reciban la energía, la bendición y la protección de Shango para poder superar las dificultades y vencer a los enemigos. Así lo pido, Montserrat, omo Oshun Bomiré, ante el ángel de mi guarda Oshun Ibú Kolé y mi padre de Osha, Shango. Ashé a todos sus hijos.
Shango fue en vida uno de los fundadores del reino Yoruba en Nigeria y rey de la ciudad de Oyó. Fue un guerrero muy valiente, mujeriego, atrevido y con gran atractivo varonil. Es el dios de la guerra, el dueño del rayo, del trueno y de la música. A él pertenecen los tambores (bata) que se emplean en ceremonias de gran trascendencia.
A Shango también se le llama Kabiosile. Es hijo de Yemaya y Aggayu Sola, aunque fue criado por Obatala pues Yemaya no lo quiso. Al adoptarlo Obatala y su esposa Yemu, le pusieron un collar blanco y rojo, le construyeron un castillo y le dijeron que sería dueño del mundo. Al bajar a la tierra lo hizo con su castillo, su pilón y el tablero para adivinar y se fue a vivir con el pueblo Congo pero por su carácter tuvo problemas y fue desterrado. Caminando se encontró con Orula y le entrego el tablero de adivinación por considerarlo un hombre respetuoso y cabal. A partir de entonces se quedo adivinando con el caracol y los cocos.
Shango tuvo tres mujeres: Oya, Obba y Oshun. Oya era la mujer de Oggun a la que enamoró, motivo por el que libró cuantiosas batallas con su hermano y guerrea junto a Shango con dos espadas. Shangó es ahijado de Ozain, el cual le preparó un secreto para que echara fuego por la boca y se librara de sus enemigos.
Su trono natural es la palma real que se le consagra. Desde ella cuida de los cazadores, pescadores y guerreros. En este lugar también habla, trabaja y recibe las ofrendas. Es un orisha muy violento aunque teme a los muertos.
He aqui algunos de los adimus para Shango.