La bóveda espiritual se compone de siete vasos con agua, una copa de cristal transparente con agua, y una cruz o crucifijo, preferiblemente de madera. Otros componentes son: flores de distintos colores, pan con mantequilla, café con leche, agua con azúcar, agua, cigarrillos, tabaco, aguardiente, arroz amarillo, arroz congrí (arroz con frijoles y trozos de carne de cerdo), carne de cerdo, cabeza de cerdo, todo tipo de granos cocinados.
Además se pueden colocar retratos de los difuntos, estampitas de santos, el pagugu (bastón de egun) y la teja firmada por un babalawo. quien determinará la necesidad o no de tenerla.
Existen diferentes maneras de confeccionar una bóveda espiritual. En la forma habitual se colocan seis vasos transparentes sin ningún tipo de relieve y una copa central. Cada vaso está dedicado a un difunto en particular y la copa central se dedica al gran poder de Dios colocándole encima un crucifijo, preferiblemente de cedro. La disposición de los vasos es tres vasos a cada lado de la copa central.
Si la persona tiene facultades de médium, se pueden incorporar a la bóveda siete copas con una rosa roja dentro que ayudarán a desatar cierto tipo de energía y ayudará a la persona en su formación de médium. No todas las personas deben instalar la bóveda y es preferible esperar la petición por parte de los propios égunes a través de una misa espiritual o a través de una consulta con un santero o babalwao. La bóveda puede ayudar a las personas en momentos de dificultad y guerras y puede incorporar en la misma un vaso de agua con una piedra de alumbre.
Después se debe escoger el lugar de la casa donde se instalará, aunque no debería instalarse en un dormitorio.
Se van llenando cada uno de los vasos y se dedican a los difuntos que se hayan escogido. Es preferible que los vasos estén situados en forma de herradura.
Además de los vasos es importante poner flores, blancas o de colores, como ofrendas para agradar a los espíritus las cuales no deben dejarse marchitar. También se debe tener en la bóveda agua florida y cascarilla. Esto debe permanecer siempre en la bóveda y servirá para que todos los días por la mañana delante de la bóveda se rece un Padre Nuestro y un Ave María y se pida la bendición.
Hay que evitar que el agua se seque y el mejor día para ocuparse de la bóveda es el lunes.